Durante demasiado tiempo, la mayoría de los productores en Argentina han mantenido un monocultivo intensivo en sus tierras.
La diversidad de cultivos y la integración del ganado son dos de los principales impulsores para aumentar la vida en el suelo y, con ello, su fertilidad natural. Nuestro objetivo es maximizar la diversidad en los planes de rotación, reemplazar los insumos sintéticos por orgánicos e integrar la ganadería al sistema agrícola, mejorando así tanto la salud del suelo como la rentabilidad.
Dado el contexto económico y político de Argentina, ponemos especial énfasis en desarrollar una estrategia de transición que genere beneficios en el corto plazo, reduzca riesgos y proteja los activos agrícolas.